Salud

Las cinco razas de collies son razas saludables en general, aunque hay diferentes patologías que pueden afectar específicamente a nuestras razas. Afortunadamente cada vez hay más pruebas clínicas y test de ADN que permiten controlarlas.

Consejo del Collie Club de España, respecto al MDR1

Es muy importante la divulgación de la información por parte de los criadores a los particulares que adquieren su Collie y la colaboración con los veterinarios, informando de los medicamentos que hay que evitar para que los perros tengan una vida saludable.

Se aconseja tratar fundamentalmente a todos los Rough y Smooth Collie como portadores en caso de que no se conozca su genotipo, es decir, en caso que no se le hayan hecho las pruebas genéticas.

Lo primero sería decir que la CEA, [Collie eye anomaly/Anomalía del Ojo del Collie, también conocida como hipoplasia coroidea (CH)], no es un problema exclusivo de la familia collie a pesar de su nombre. También se ven afectadas otras razas como el Pastor australiano, Lancashire Heeler, Wippet,...

Se trata de un trastorno ocular congénito y hereditario y el grado de afectación es variable. Hay individuos afectados levemente hasta otros con ceguera permanente.
Un dato importante es que la CEA no es una enfermedad progresiva. La anomalía se desarrolla a la vez que se desarrolla el ojo. Cuando el desarrollo ocular está completo la afectación se detiene.
Esta anomalía se puede diagnosticar a una edad muy temprana, aunque no existe un tratamiento o cura para el CEA.

Es la enfermedad hereditaria que más tiempo lleva desarrollando programas de control. A partir de los años 60 se van sumando kennel club de todos los países y los propios clubs de raza, que establecen programas de control y prevención en muchas de las razas predispuestas, principalmente de tamaño mediano a grande.

La displasia de cadera es una enfermedad ósea, hereditaria pero no congénita ya que no se manifiesta en el nacimiento, sino que se desarrolla con el crecimiento y puede aparecer a partir de los 4 o 5 meses de edad, Es degenerativa y está producida por una malformación de la articulación coxofemoral (unión del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral); que puede producir dolor y suele manifestarse con cojera, dificultad para sentarse o subir escaleras, etc. La edad de presentación varía entre los 4 meses en los casos más claros y los 12 meses. Algunos clubs exigen la prueba a los 24 meses, aunque las pruebas previas son bastante fiables.