Es la enfermedad hereditaria que más tiempo lleva desarrollando programas de control. A partir de los años 60 se van sumando kennel club de todos los países y los propios clubs de raza, que establecen programas de control y prevención en muchas de las razas predispuestas, principalmente de tamaño mediano a grande.

La displasia de cadera es una enfermedad ósea, hereditaria pero no congénita ya que no se manifiesta en el nacimiento, sino que se desarrolla con el crecimiento y puede aparecer a partir de los 4 o 5 meses de edad, Es degenerativa y está producida por una malformación de la articulación coxofemoral (unión del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral); que puede producir dolor y suele manifestarse con cojera, dificultad para sentarse o subir escaleras, etc. La edad de presentación varía entre los 4 meses en los casos más claros y los 12 meses. Algunos clubs exigen la prueba a los 24 meses, aunque las pruebas previas son bastante fiables.

En la displasia de cadera intervienen además los factores ambientales tales como la alimentación, el ejercicio físico intenso en edades tempranas, el suelo donde se desarrolla el cachorro, el peso excesivo e incluso alteraciones hormonales, pueden acelerar la aparición de síntomas.

La heredabilidad es muy alta, aunque empíricamente en los cruces entre collies libres de displasia hay muchas más probabilidades de obtener hijos con caderas bien formadas y la probabilidad se va acrecentando en función del número de ancestros libres en generaciones anteriores.

Existen pruebas específicas de ADN en otras razas. Por ejemplo, para el labrador, existe Dysgen desarrollado por Bioiberica S.A. que evalúa la predisposición genética a desarrollar displasia de cadera mediante una simple muestra de sangre. Desafortunadamente, de momento no existe ninguna prueba para collies.

Así, sólo queda seguir radiografiando a todos los ejemplares generación tras generación y planificar los cruces siempre teniendo en cuenta los resultados de estas pruebas.

La Federación Cinológica International (FCI) clasifica con los siguientes grados a nivel Intenacional:

  • A - Normal
  • B - Casi normal
  • C - Leve
  • D - Media
  • E - Grave
El C.C.E., recomienda que los criadores testen a todos sus ejemplares reproductores, machos y hembras de displasia de cadera. Como consideración general, se debe criar con ejemplares de grado A o B